¿ESTAMOS ANTE UNA NUEVA TORRE DE BABEL?
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- Volvamos un podo la vista atrás, no muy lejos en la Historia de la Humanidad, nada más que un segundo, no hace falta otro más, hasta llegar al fin de la II Guerra Mundial, 1945. Alemania cae derrotada ante los victoriosos Francia, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la Unión Soviética y los Estados Unidos de América.
- ¿Qué hacer? Se preguntaron sus líderes, no por estar ociosos, sino, todo lo contrario; había que controlar las materias primas, las fuentes de energía, el carbón y el acero, pues la reciente Revolución Industrial así lo requería desde que, a mediados del siglo XIX llevaba el impulso de la Economía mundial. Había que competir, además, con la floreciente economía de los E.U.A.
- Tras múltiples negociaciones, los líderes europeos encontraron la solución en 1950, poniendo el primer ladrillo del edificio, al que denominaron la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, compuesta por tan solo seis Estados: Alemania, Francia, Italia y el Benelux; poco a poco se van añadiendo Estados, haciéndolo España en 1986, hasta que en 1989 se firma el Acta Única Europea, poniendo otro ladrillo, creando el denominado «mercado único»; además, en dicho año, cayó el muro de Berlín, cuyos ladrillos sirvieron para ir amalgamándolos con los anteriores.
- En 1993 se determinan las «cuatro libertades» mercancías, servicios, personas y capitales, yendo más allá de lo que eran las fuentes de energía primigenias. Más ladrillos al edificio con el Tratado de la Unión, firmado en Mastrique y otros tratados más. En 1995 pudimos pasar libremente de un Estado a otro gracias a los acuerdos de Schengen.
- De repente, un día, nos damos cuenta de que el denominado Derecho de la Unión prima sobre el Derecho de los Estados, pues se había producido una cesión de soberanía, tanto en ésta como en otras cuestiones. Algunos ya lo conocíamos desde que España ingresó en la Unión, pero, la opinión pública cayó en la cuenta a través de las STJUE de 14 de marzo de 2013 (¡qué casualidad! la misma fecha que la declaración en España del estado de alarma, pero siete años después). Esta Sentencia, cual virus, produjo un terremoto legislativo y jurisprudencial que, a día de hoy, aún no ha cesado, como la STJUE de 3 de marzo de 2020; todo lo cual nos ha hecho tener una visión mucho más amplia del Derecho.
- Hasta aquí.
- Hace unos meses se produjo el primer «good bye», el «Brexit», primer ladrillo de la U.E. que se cae de su edificio.
- Hasta aquí.
- Hace unos meses se produjo el primer «good bye», el «Brexit», primer ladrillo de la U.E. que se cae de su edificio.
- Hace unos días, España e Italia se erigían como adalides, como penoles de la nave reivindicadora. para que por parte de la Unión se destinasen fondos para salvar a sus conciudadanos de la pandemia de la COVID-19, la respuesta de diversos Estados, encabezados por Alemania y los Países Bajos fue negativa, como no lo fue cuando la crisis económica de 2007 y años siguientes, que llevaron a reformar la Constitución Española. ¿Puede considerarse como un acto de insolidaridad europea? Todo parece inidicar que sí, así como que se intuye que se ha quitado otro ladrillo o parte de uno con los que se construyó el edificio europeo.
- Hoy, la Prensa se hace eco de la Sentencia dictada por el Tribunal Constitucional alemán, desdiciendo cierta resolución del TJUE y, con ello, su valor y el del Derecho de la Unión, lo cual, según la noticia, es una más de las cuitas entre ambos Tribunales, el Federal alemán y el Comunitario europeo. ¿Quién tiene razón? Preferimos no opinar, pues el artículo de opinión es bastante elocuente. Lo que sí que tenemos claro es que algún ladrillo jurídico no se ajustó bien en el edificio europeo.
- Recordemos qué sucedió hace mucho más de dos mil años en Babilonia (vid. Génesis 11: 2 a 9). Tras el diluvio, los humanos encontraron una llanura decidiendo edificar una torre-ciudad, fabricando ladrillos cociendo barro en lugar de piedra y utilizando el asfalto en lugar de mortero, bajó Yavé y les dijo que hablasen un solo lenguaje, esto es, que se pusieren de acuerdo en el sistema de construcción, y nada sería imposible, pero, cada uno fue por su lado, cada uno habló como quiso y dejaron de edificar, por su confusión, por su Babel.
- ¿Cayó la torre babilónica? ¿Caerá la Unión Europea? ¿Por qué no hablamos todos en un mismo sentido?
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