EL SÍNDROME DE PROCUSTO

¿POR QUÉ SE RECHAZA A QUIEN DESTACA?

- En las Empresas, medianas, grandes o pequeñas, suele seguirse el criterio de que, más vale tener un "perro fiel" que un "perro cazador" ¿Por qué?

- MAO Ze Dong decía todo lo contrario: "Da igual gato blanco que gato negro, lo importante es que cace ratones".

- ¿A quién debemos hacer caso? ¿A los sesudos selectores de personal, llámense responsables de Recursos Humanos o Coachers o como queramos llamarles? ¿Qué "recurso" humano podemos encontrar en quien carece de más recurso que el de "tirar de la levita" de su inmediato superior para ir escalando puestos en el escalafón de la Empresa, cuando su valía, sus "recursos", son insuficientes o, sencillamente, nulos.

- Se valora más, pues, a "Ángel-sí-señor" que a quien rompe moldes, tiene criterio, decisión, arrojo, autocrítica, capacidad de proponer, conocimientos y que, en definitiva, sobresale de entre el resto de miembros de la Empresa, por no decir, del "equipo", ese "equipo" idílico e inexistente de facto, que sólo existe en el mundo de la caverna de Platón.

- La pérdida de capital humano que se produce en la marcha de la Empresa es patente, ante el temor de que alguien, de mayor bagaje profesional, es relegado a puestos inmerecidos, en evitación de que su ascenso, pueda "quitar la silla" de quienes estén sobre aquél, precisamente, desvelando la incapacidad de adaptación del superior a los nuevos tiempos o técnicas, para lo cual, se sirven de los técnicos de Recursos Humanos, para bloquear ascensos que pongan en peligto el puesto del superior jerárquico, ante el empuje del sobresaliente.

- Todas las Mitologías tienen un paradigma para explicar o exponer estas situaciones, por hoy, nos quedamos con la Griega, a través del bandido PROCUSTO .significando "el estirador"-, quien, con toda clase de ardides, llevaba a sus futuras víctimas a su posada, en la que les hacía yacer en un lecho de hierro, superior a su estatura, si eran bajos, o inferior a aquélla, si eran altos; en este caso, los miembros que sobresalían del lecho, les eran cortados por el malvado posadero, cabeza, brazos y piernas, mientras que a los bajos les eran estirados sus miembros, cabeza, brazos y piernas, hasta descoyuntarse. TESEO invirtió los hechos, invitando a PROCUSTO a yacer en uno de los lechos, el menor a su altura y así, le cortó la cabeza, brazos y piernas.

- Si una Empresa pretende ser competitiva en el Mercado, no debe actuar taponando a las personas que sobresalen, permitiendo "adelantamientos por el arcén" de "perros fieles", sino, valorando y potenciando su creatividad y competencia, de la misma manera que a quienes no sobresalen, a los "bajos", moldear sus valores ocultos, evitando estirarles hasta romperles los miembros.
- Actitudes como el "bullying" o acoso, son las actuales versiones del denominado síndrome de PROCUSTO, todas las cuales, deben ser desterradas, en bien de la propia persona acosada o marginada, como de la propia empresa.

- Procede, pues, valorar y potenciar a cada uno según su "altura", según su personalidad y conocimientos, pero, nunca, actuar en la forma de PROCUSTO, poner por encima de unos y otros a personas no válidas, aunque fieles.