UNA FINESTRA OBERTA AL MÓN

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(c) Gallel Abogados

domingo, 21 de septiembre de 2025

SEGUIMOS HABLANDO DE JUECES

 HAY JUEZAS EN CATARROJA

Foto: «Pasión por el Románico»

- El subtítulo de esta entrada nos lleva inexorablemente a pensar en la gran jueza que es la titular del Juzgado que instruye la causa de la dana de 29 de octubre de 2024, de la que ya hemos hablado. Vaya por delante nuestro máximo elogio a esta profesional de la Justicia quien, recientemente, ha vuelto a prorrogar la causa, vista la aparición de nuevos datos y complejidad de la misma. ¡Aplausos!

- Pero, acorde con sus merecimientos, nos viene a la memoria aquella leyenda del molinero de Sanssouci que muy bien narra José ESTEVE PARDO en su obra «HAY JUECES EN BERLÍN». Comencemos por el principio: «Sans souci» es una expresión francesa que significa «sin preocupación» y, así, la denominación del lugar de descanso de Federico II, el grande, rey de Prusia; ¡Vamos! Una especie de pequeña Versalles.

- Esta historia ha representado durante tiempo una sana discusión sobre el estado de Derecho, la separación de poderes, el abuso de poder, la Justicia por igual para todos los ciudadanos y demás principios que suponen los pilares de la sociedad democrática.

- Podemos razonar sobre el acceso de todos los afectados por los devastadores y letales efectos que la dana causó en València y el gran trabajo de la Jueza Instructora de la causa persiguiendo a los culpables, a los detentadores del poder fáctico y jurídico, la ominosa dejación de sus funciones, su anteposición de los placeres humanos sobre las necesidades vitales de la población gobernada a modo del «gran» Federico, que le molestaba la vista y el sonido del molino y sus aspas, que, impulsadas por el ventorro que producían, privaban del solaz esparcimiento o descanso que el monarca decía merecer.

- En el cine, también tenemos otro Sanssouci, tal y como ya expusimos en nuestra entrada CINE Y MEDIACIÓN (V).

- Por último, recordemos a Débora, el/la primer/a juez de la Historia.

- Afortunadamente, HAY JUEZAS EN CATARROJA, esa población de l’Horta Sud valenciana, de 30.000 habitantes, con puerto en la Albufera, con gente muy laboriosa dedicada a la agricultura y a la fabricación del mueble, que surgió a ambos lados de la Vía Augusta, más adelante denominada Camí Real, en la cual, sus ciudadanos y los de su Partido Judicial hallan su Berlín.

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