AYER, CUANDO DESCANSABA, FUI AL CINE, ¡BENDITA ILUSIÓN!
¡Qué gozo da ir a una sala de cine que está repleta de público entre el cual, aún superando la media de los 50, se ven treintañeros y, en cuya sesión, además, hay coloquio! Es como un sueño, ¡bendita ilusión!
Todo esto se dio ayer tarde viendo la película sobre un completo desconocido, realmente desconocido al que puedes llamar Terry, Timmy, Bobby, Zimmy, RJ, Ray o lo que quieras.
Nunca he valorado las películas
por los y de los premios OSCAR, como tampoco he visto películas sobre vidas de
galardonados por un premio NOBEL, pero esta vez, había que romper con el tabú,
la costumbre o el prejuicio ¿por qué? Porque, tratándose de una vida paralela
de un perfecto desconocido y dado que los tiempos aún siguen cambiando, había que
cumplir con la máxima de «don’t critisize you can’t understand» y Terry creo que es la persona que tantos le han aplaudido cuantos le han
vituperado y viceversa, de la misma manera en un mismo concierto como por escrito
(recomiendo fervientemente el libro «Slow train coming» de Luis LAPUENTE
y Ana ARÉJULA).
Los ponentes en el coloquio poco dijeron que me interesase, pero de la película destaco el papelazo de Timothée CHALAMET y Mónica BÁRBARO que representan y calcan, tanto en el físico y gestos, como en la voz de Timmy (esa voz «like sand and glue» que refería David BOWIE en la canción que dedicó a Robert ZIMMERMAN) y Joan (¡cómo saca la actriz los agudos y los graves de Joan BÁEZ! ¡Increíble!), incluso Eduard NORTON representando a Pete SEEGER.
Bien es cierto que el director,
James MANGOLD, conocido por sus películas fantásticas y que nadie recuerda
por su película «Walk the line» (2005) sobre Johnny CASH -quien, por
cierto, también sale en la película sobre Zimmy- fantasea sobre la vida y obra de Zimmy, dando
saltos y piruetas en el tiempo colocando las piezas del tablero en el orden que le
interesa que veas, incluso que no veas (por ejemplo, en la intuición del
accidente de moto sin verlo), sin flash backs ni «precuelas» ni nada por
el estilo. Pura vida como la de sus héroes fantásticos; para ello, además, hay
que agradecer secuencias en las que nos ubica en la Historia a través de la
pantalla de aquellos televisores en blanco y negro que tenías que levantarte
del sofá, silla y sillón para cambiar de canal (si lo había), subir el volumen, el brillo o el contraste o, sencillamente apagarlo, escenas cuyo contexto histórico es muy parecido al que en estos días estamos pasando.
En el coloquio, los presentadores destacaban las figuras de Pete SEEGER y del personaje de Sylvie RUSSO (Elle FANNING) -aka Suze ROTOLO- como los puntos de ruptura en la vida de RJ, en tanto que rompe con ambos, pero, quizás, se olvidaron los presentadores del coloquio de uno muy importante, tanto como fue el de la columna de fuego que cayó junto al caballo de Saulo de Tarso (sur de Anatolia, actual Turquía) yendo camino de Damasco, que le hizo caer del mismo y reconvertirse en Pablo de Tarso; este rayo fue Bobby NEUWIRTH (Will HARRISON) que apareció o cayó inesperada y súbitamente en el momento de la claustrofóbica conversación que mantienen ambos Bobby en el interior de un ascensor.
Otro dato a añadir más fue el momento en el que Ray mata freudianamente a su padre en la Tierra, Pete SEEGER, tal y como implícitamente sale en un diálogo. Por último, la religiosidad de Robert sale al final -presente en (casi) todas sus canciones, no olvidemos-, cuando se reconcilia con su padre en el Cielo, Woody GUTHRIE (Scoot McNAIRY), en el momento en que éste está en el hospital psiquiátrico y le entrega su armónica como premio o relevo, armónica que era el único instrumento con el que podía comunicarse Guthrie con las personas dando golpes contra el mobiliario, así como que la única palabra que podía articular era «Bob», pues no precisa de mucha apertura de los labios. Woody GUTHRIE estuvo en dicho hospital entre 1956 y 1961, mientras que el primer disco que publicó BD fue en 1962, pero en la película, cuando le entrega la armónica-premio ya había editado hasta «The times they’re a-changin'» (1964), por lo que aquí, una vez más, juega con las coordenadas espacio-temporales, pues BD, llega a Nueva York, justo para encontrarse con su ídolo, en el hospital, y, para ello, llamó a las puertas del Cielo y el Cielo se las abrió, Guthrie le entregó las llaves cual san Pedro, al entregarle la armónica.
¡En fin! Que cada cual lo vea e
interprete, analice o asuma como quiera, pero, de lo que no cabe ninguna duda
es de es una película que a nadie le puede parecer indiferente, pues emociona
al máximo.
Os dejamos con el tráiler. https://youtu.be/kmfQJqn0UXg
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