THE RISE AND FALL OF ZIGGY STARDUST AND THE SPIDERS FROM MARS
(David BOWIE -1972-)
- Estamos asistiendo atónitos y sumamente preocupados por la pandemia originada por el denominado coronavirus, un hecho sin precedentes y descontrolado que está tomando magnitudes superiores a las del virus del ébola, el sida y otros más recientes y conocidos en el tiempo, sin necesidad de tener que remontarnos al cólera de finales del siglo XIX, ni a la peste de los siglos XV y XIV.
- Atónitos, estamos asistiendo también, a que este mal para los seres humanos, está produciendo un beneficio para el planeta, pues, en China, foco inicial del COVID-19, desde que las autoridades chinas adoptaron las drásticas medidas de confinamiento, el inmenso nivel de contaminación, prácticamente ha desparecido, no solo en China, sino en todo el planeta Tierra; tal es así que, por ejemplo, los peces han regresado a su casa en Venecia, incluso, en nuestras propias ciudades.
- Es más, estamos asistiendo, a comprobar cómo se reitera y hace preciso el lavado concienzudo de manos, la higiene personal, a modo de las abluciones que, por la misma necesidad higiénica, realizan los musulmanes y, antes los cristianos y, más antes, los hebreos. Pero, no solo esto, sino volvemos a las normas denominadas de urbanidad, tales como no «ir al contacto» cuando vamos por las aceras, a guardar colas, a guardar éstas sin estar apelotonados echándonos la saliba sobre el que nos precede en la fila, a no gritar, a utilizar el papel higiénico, etc.
- ¡Resulta increíble! ¡Sin duda!
- Pero, lo que más increíble resulta es que, todo esto ya se sabe, no desde hoy, sino desde siempre.
- En efecto, recordemos aquel suceso provocado por la caída de un meteorito en el Golfo de México, causando la desaparición de los dinosaurios. Los gases que provocó una explosión que cubrió la superficie terráquea, con sus gases y, éstos, a su vez, un efecto invernadero que enfrió la temperatura de la Tierra, permitiendo la vida humana y resto de las especies «pequeñas».
- Según narra el Éxodo (Ex. 3:9), el pueblo hebreo estaba sufriendo la esclavitud en Egipto, ordenando Yavé a Moisés que sacase a su pueblo (Ex. 3:10); no dice de qué clase de opresión se trataba, pues, el término que se emplea «לׇחֵץ» (léase: lajatz) puede servir, tanto para la vejación, como para el racionamiento de agua o de pan. ¿Qué sucedió a continuación? Moisés y Aarón fueron a pedir al Faraón la liberación de su pueblo; éste se opuso, aquéllos lanzaron sus varas sobre la tierra egipcia y comenzó la plaga de langostas (Ex. 10:12 y ss.) y demás plagas, tal y como, a día de hoy, está sucediendo en el mismo escenario que hace más de tres mil años. Tal parece que el Éxodo está narrando las consecuencias de una ardua sequía, de un Nilo que no se desborda y, consecuentemente, las tierras resultan infértiles y surgen las plagas, además del granizo, por lo que el pueblo de Israel pasa hambre y sale de Egipto regresando a Canaán; de ahí que, entre otras razones, dispusiesen (Ex. 16:23) el descanso de las personas, el שַׁבּתַ (léase: shabát) y el agostamiento de las tierras, el שַׁכַּת שַׁכׇתוׄן (léase: shabát shabatón), o descanso máximo de la tierra, cada siete años, en uno no se labraba, el «año sabático».
- Cuando el Nilo se desborda, nadie pasa hambre en Egipto, cuando no lo hace, la hambruna afecta a todos, especialmente, por la población más vulnerable.
- ¡En fin! Ya vemos que la Tierra es un paraíso agotable, con recursos escasos, pero que reacciona virulentamente ante las agresiones de los seres humanos.
- David BOWIE lo sabía muy bien cuando en 1972 cantaba el tema «Five years», cinco años que nos quedan de vida en el Planeta:
- Atónitos, estamos asistiendo también, a que este mal para los seres humanos, está produciendo un beneficio para el planeta, pues, en China, foco inicial del COVID-19, desde que las autoridades chinas adoptaron las drásticas medidas de confinamiento, el inmenso nivel de contaminación, prácticamente ha desparecido, no solo en China, sino en todo el planeta Tierra; tal es así que, por ejemplo, los peces han regresado a su casa en Venecia, incluso, en nuestras propias ciudades.
- Es más, estamos asistiendo, a comprobar cómo se reitera y hace preciso el lavado concienzudo de manos, la higiene personal, a modo de las abluciones que, por la misma necesidad higiénica, realizan los musulmanes y, antes los cristianos y, más antes, los hebreos. Pero, no solo esto, sino volvemos a las normas denominadas de urbanidad, tales como no «ir al contacto» cuando vamos por las aceras, a guardar colas, a guardar éstas sin estar apelotonados echándonos la saliba sobre el que nos precede en la fila, a no gritar, a utilizar el papel higiénico, etc.
- ¡Resulta increíble! ¡Sin duda!
- Pero, lo que más increíble resulta es que, todo esto ya se sabe, no desde hoy, sino desde siempre.
- En efecto, recordemos aquel suceso provocado por la caída de un meteorito en el Golfo de México, causando la desaparición de los dinosaurios. Los gases que provocó una explosión que cubrió la superficie terráquea, con sus gases y, éstos, a su vez, un efecto invernadero que enfrió la temperatura de la Tierra, permitiendo la vida humana y resto de las especies «pequeñas».
- Según narra el Éxodo (Ex. 3:9), el pueblo hebreo estaba sufriendo la esclavitud en Egipto, ordenando Yavé a Moisés que sacase a su pueblo (Ex. 3:10); no dice de qué clase de opresión se trataba, pues, el término que se emplea «לׇחֵץ» (léase: lajatz) puede servir, tanto para la vejación, como para el racionamiento de agua o de pan. ¿Qué sucedió a continuación? Moisés y Aarón fueron a pedir al Faraón la liberación de su pueblo; éste se opuso, aquéllos lanzaron sus varas sobre la tierra egipcia y comenzó la plaga de langostas (Ex. 10:12 y ss.) y demás plagas, tal y como, a día de hoy, está sucediendo en el mismo escenario que hace más de tres mil años. Tal parece que el Éxodo está narrando las consecuencias de una ardua sequía, de un Nilo que no se desborda y, consecuentemente, las tierras resultan infértiles y surgen las plagas, además del granizo, por lo que el pueblo de Israel pasa hambre y sale de Egipto regresando a Canaán; de ahí que, entre otras razones, dispusiesen (Ex. 16:23) el descanso de las personas, el שַׁבּתַ (léase: shabát) y el agostamiento de las tierras, el שַׁכַּת שַׁכׇתוׄן (léase: shabát shabatón), o descanso máximo de la tierra, cada siete años, en uno no se labraba, el «año sabático».
- Cuando el Nilo se desborda, nadie pasa hambre en Egipto, cuando no lo hace, la hambruna afecta a todos, especialmente, por la población más vulnerable.
- ¡En fin! Ya vemos que la Tierra es un paraíso agotable, con recursos escasos, pero que reacciona virulentamente ante las agresiones de los seres humanos.
- David BOWIE lo sabía muy bien cuando en 1972 cantaba el tema «Five years», cinco años que nos quedan de vida en el Planeta:
«Las noticias acaban de salir / nos quedan cinco años para llorar (llorar) / el chico de las noticias lloró y nos dijo que / la Tierra realmente estaba muriendo (muriendo) / lloraba tanto que tenía la cara mojada / entonces, supe que no estaba mintiendo (mintiendo)»
- Os dejamos con esta fabulosa canción. Oigámosla atentamente y reflexionemos sobre nuestro futuro y el de nuestros hijos.
- Respetemos nuestro planeta Tierra y no huyamos, pues ya sabemos lo que le pasó al Major Tom ¡Mucha salud!
- Respetemos nuestro planeta Tierra y no huyamos, pues ya sabemos lo que le pasó al Major Tom ¡Mucha salud!
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