PERRO NO COME PERRO
- Allá por el siglo I antes de Cristo un ilustre pensante denominado Marcus Terentius VARRO escribió, entre muchas otras obras sobre la gramática latina, una denominada "De lingua latina", más sencillo y comprensible no puede ser su título, así como su contenido y sus máximas gramaticales y de experiencia.
- Debemos destacar en este momento la siguiente máxima: "Canis caninam carnem non est", que viene a significar "El can, de carne canina, no está hecho" lo que, a lo largo de los años, ha venido en traducirse como el título de esta entrada: "Perro no come perro".
- Debemos destacar en este momento la siguiente máxima: "Canis caninam carnem non est", que viene a significar "El can, de carne canina, no está hecho" lo que, a lo largo de los años, ha venido en traducirse como el título de esta entrada: "Perro no come perro".
- Ciertos investigadores universitarios han averiguado que ello obedece a que, por el olfato, los animales de la misma especie intuyen que comer carne de sus congéneres puede hacerles contraer enfermedades o patógenos, que podrían amenazar su vida.
- El ser humano, desde que evolucionó en el lenguaje y puso en sus manos una quijada de asno, como las usadas por Caín, David y Sansón (véase cómo lo plasmó Stanley KUBRICK en "2001: Una Odisea del Espacio"), involucionó en el olfato y, con ello, olvidó la máxima canina, llegando al canibalismo, como primera muestra, llamémosle, "incivilizada", hasta lo que seguidamente diremos, como muestra "civilizada" ocurrida, tal que hasta ayer.
- En efecto, en los "debates" de la investidura del Presidente del Gobierno español, hemos comprobado un ejemplo vivo y actual de que "humano come humano". No hablamos, evidentemente, de los "mordiscos" dialécticos que la Oposición lanza y debe lanzar al candidato rival, sino de las crueles dentelladas que los iguales, los que se sientan del mismo lado, el izquierdo de la Cámara baja, lanzaron al candidato de su propia bancada.
- Absolutamente vergonzosos han sido los episodios protagonizados entre los dos grupos ideológicamente "amigos", PSOE y PODEMOS.
- Nos quedamos con las siguientes frases:
- "El Cielo se conquista nube a nube", le dijo Aitor ESTEBAN (PNV) a Pablo IGLESIAS. Algo así me decía mi madre de pequeño "L'escaleta es puja graó a graó, sinò cauràs".
- "Vds. tienen cuatro años de vida... cuatro años de vida por cuatro ministerios: es extraordinario...". Le dijo Gabriel RUFIÁN (ERC) a Pablo IGLESIAS.
- "Cinco millones de valencianos esperaban más de todos", dijo Joan BALDOVÍ (COMPROMÍS) cual Jano bifronte.
- Recuerdo, hace algunos años, que, participando en cierto foro de Mediadores, un ilustre Profesor de cierta Universidad de los E.U.A. había comprobado en su práctica profesional que, tratando vehementemente -parece ser que aludía al Mediador- a una de las Partes en conflicto, o infundiéndole temor al resultado, ésta reaccionaba de tal manera que llegaba al acuerdo de inmediato. Mis objeciones al exponente me valieron algunas críticas, consistentes en "lanzar balones a córner", los críticos con mi postura, fundando sus argumentos en que eso no era Mediación, sino Negociación. ¡Ya! ¡Obvio! Pero, el planteamiento, se había realizado en sede de Mediación y, en ningún caso, no solo en Mediación, sino, tampoco en Negociación, puede tratarse de esa manera al rival o a la contraparte. ¡Perro no come perro!
- Trasladado al mundo de la Abogacía, debemos exponer que el "hambre profesional" basada en (i) conseguir esos quince minutos de fama que Andy WARHOL auguraba ("In the future, everyone will be world-famous for 15 minutes"), convertidos en bandera incesante y adictiva a través de las redes sociales y, con ello, (ii) alcanzar la suma riqueza, sin reparar en la miseria ética, hace que los propios Abogados litiguen contra sus propios colegas, "a dentelladas secas y calientes", como escribía el Poeta Miguel HERNÁNDEZ en su "Elegía", sin ningún tipo de pudor, rubor o comportamiento deontológico adecuado. "¡Abogado no come Abogado!" decía el malogrado Vicente MONTÉS PENADÈS, Catedrático de Derecho Civil y Magistrado del Tribunal Supremo. De forma y manera que, no solo llegan a interponer Querellas o Demandas contra los propios colegias por razón al ejercicio de su respectiva Profesión, sino que, ni siquiera piden la "venia" al Decano colegial a fin de que éste trate de mediar o solucionar el conflicto entre Abogados o entre el cliente de un Abogado y otro Abogado o el cliente de este último, lo cual está expresamente regulado en el artículo 11.2 del actual Código Deontológico de la Profesión, que así dice:
"... 2. El que pretenda iniciar una acción, en nombre propio o de un cliente, por posibles responsabilidades derivadas del ejercicio de la Abogacía, ha de comunicarlo previamente al Colegio por si se considera oportuno realizar una labor de mediación. Esta labor de mediación queda sujeta al deber de confidencialidad y al de guardar secreto profesional..."
- Durante las, casi, dos décadas en que formé parte de la Comisión Deontológica del I.C.A.V., han pasado por mis manos, múltiples expedientes que adveran la agresividad (in)humana e impropia de muchos Abogados contra sus colegas, por razones, incluso, baladíes que bien merecen un tratamiento pacífico o mediado a través del propio Decano o de terceros, incluso. En cualquier caso, alcanzar una solución pacífica y sin recurso a los Tribunales o heterocompositivo. ¿Cómo nos atrevemos a ejercer una Profesión de Justicia cometiendo una injusticia? ¿Qué necesidad hay de desarrollar un comportamiento agresivo hacia nadie, ni hacia el compañero, ni hacia el rival?
- Recuerdo a cierto Abogado penalista que, para solucionar un conflicto societario, interpuso una Querella contra el co-Administrador y consocio, algo parecido a poner una "espada de Damocles" sobre la cabeza del rival de su cliente, sin razón o con razón, pero ello, evidentemente, es como el "puñetazo sobre la mesa" dado por aquel Profesor estadounidense, lo cual doblegó al rival querellado a ceder contra su voluntad. El Abogado querellante se vanaglorió en público tras aceptar la conformidad de la culpabilidad penal del rival de su cliente, diciendo que él habría sido "un gran Mediador". Sin mayor comentario.
- ¡Qué pena de sociedad en la que perdemos el rumbo de la Ética! ¡Qué pena que el ser humano haya olvidado la época en la que el sentido del olfato servía para algo más que para adivinar la marca del perfume o del aroma o de las cualidades del vino!
- ¡Ser humano no come ser humano!
- Os dejamos con esta canción de Joni MITCHELL. "Dog eat dog"
No hay comentarios:
Publicar un comentario