UNA FINESTRA OBERTA AL MÓN

UNA FINESTRA OBERTA AL MÓN
(c) Gallel Abogados

domingo, 22 de diciembre de 2019

CINE Y MEDIACIÓN (VII)

RASHOMON
(Dir.: Akira KUROSAWA -1950-)




- El cine japonés entra en el mercado filmográfico europeo, especialmente, a través de esta película, dirigida por un, entonces, desconocido Director, Akira KUROSAWA y un, no menos, desconocido actor, Toshiro MIFUNE, interpretando magistralmene el papel de TAJOMARU.

- Shinobu HASHIMOTO, junto con KUROSAWA nos presentan un guion ante un escenario completamente caótico, como lo era Japón tras su derrota en la II Guerra Mundial. Un fortísimo diluvio cae sobre los restos de una edificación, la puerta Sur de la capital imperial de Japón, Kioto, en la que se decía que habitaba un demonio llamado Ibaraki Doji, puerta que fue derribada en el siglo XV.
- Allí se encotraban guarecidos de la lluvia un monje y un leñador, el que, apesadumbrado, comienza a contarle sus dudas, a modo de confesión, sobre unos horroros sucesos acaecidos días antes; mientras comienza a narrar sus dudas, aparece de entre el diluvio un bandido, que se cobija con aquéllos.
- El leñador manifiesta haber conocido los hechos en el palacio de justicia, donde se enjuiciaba la muerte de un hombre. Los protagonistas de esta narración son un famoso bandido, TAJOMARU, la viuda del fallecido (Machiko KYO), el propio fallecido (Masayuki MORI), quien habla a través de una médium (Noriko HONMA) y un testigo presencial (Kichijiro UEDA), cada uno de ellos narra una versión propia y distinta de los hechos, cada uno tiene «su verdad», a través de cuyas versiones, se exponen situaciones diversas para un solo hecho, mostrando múltiples divergencias entre todas ellas, tales como un asesinato, un homicidio, una lucha, un suicidio, una violación y diversos «asesinos».
- Las dudas existenciales del leñador derivan hacia razonamientos tales como: la justificación «es mentira... todos mienten...». El monje muestra su repulsión por el rumbo que toma la humanidad: «Si todos los hombres mienten iremos directamente al infierno...»; el bandido, quien se lleva todos los reproches de los presentes les espeta lo siguiente «Si no eres egoísta no puedes sobrevivir».
- Tras la narración de los contradictorios hechos, a modo de catarsis, sucede lo inesperado, se oye en un rincón del ruinoso edificio el llanto de un recién nacido abandonado o «caído del cielo», representando el futuro post-guerra de Japón. Localizado el bebé por el bandido, éste le quita el kimono, lo cual es recriminado por el leñador, quien se oye de aquél que «Un bandido llamando a otro bandido... Ahora, esto es egoísmo.», infiriendo que el leñador fue el asesino, por una versión no contada al Tribunal; éste reflexiona nuevamente sobre sí mismo diciendo «No conozco mi propia alma» (arrepentimiento); el bandido se lleva el kimonio del bebé, dejando a éste en el rincón en el que lo  había encontrado; a continuación, el bandido toma el bebé en brazos, como quedándoselo para sí, lo que es recriminado por el monje; el leñador le indica que, teniendo seis niños propios, uno más puede cuidarlo sin más problema, ante lo que el monje le muestra su agradecimiento, por cuanto que le hace mantener o recobrar su fe en la humanidad.
- Surge cualquier conflicto en la vida real, en la película es la muerte de una persona, y cuántas «verdades» existen, cada parte mediada narra la propia y rechaza la ajena y, todas ellas, como en Rashomon, cuentan sus medias verdades y sus mentiras, en primer lugar, como establecimiento de sus posiciones ante la Mediación,  a modo de posicionamiento de las piezas en un tablero de ajedrez, como salvaguarda ante las pretensiones de la contraparte. 
- ¡Cuan difícil es para el Mediador adivinar esas medias verdades o medias mentiras, tratando de mantener un imposible equilibrio entre las evidencias que unas u otras presentan! ¿Habrá de ser un «bandido» para descubrir al otro «bandido»? No, evidentemente que no, pero, sin duda, habremos de actuar como dijo el gran pianista de Jazz, Oscar PETERSON (1925-2007) dio del siguiente modo «It’s the group sound that’s important… you not only have to know your own instrument. You must know the others and how to back them up at all times. That’s Jazz.».
- Otro aspecto a destacar es el del perdón, dado por el monje al leñador por sus criminales acciones, en primer lugar, por sus dudas existenciales, que nos pueden llevar a entender un acto de contrición, quizás, de arrepentimiento, esencial en los procedimientos mediados y, por supuesto, la buena acción hacia el prójimo, en la película hacia el desvalido bebé al que salva la vida, tras habérsela quitado a un adulto, lo que lleva a considerar un propósito de enmienda, de corregir sus malos actos en pos del beneficio a su prójimo, rival, contrario, contraparte mediada o enemigo, como queramos considerarlo, aunque el bebé, obviamente, se quede en la consideración del desvalido.
- ¡Cuán mportantes son estas acciones en Mediación, sobre todo, en Mediación penal, donde la tarea instrospectiva del criminal, su empatía hacia su víctima, su arrepentimiento y petición de perdón a aquélla, así como el perdón dado por la víctima, muestra de máxima generosidad, son necesarios para alcanzar un acuerdo de Paz, un fin del doloroso conflicto!
- Esperemos que os guste la película. Os dejamos el enlace de la película completa, sientiendo que haya que soportar sus anuncios. https://www.youtube.com/watch?v=uwR2kVOcwNI&t=4887s


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