LA ODISEA REVISADA (I)
- Es muy buen momento el estío para leer y, si lo hacemos frente al mar, leyendo obras marítimas, mejor; pero, si a ello, le añadimos un clásico de la Literatura mediterránea, mejor aún, y si se trata de La Odisea de Homero, podemos llegar a encontrarnos en pleno Olympo. Por todo esto, nos hemos decidido a realizar una revisión o relectura de La Odisea, el viaje de Odiseo-Ulises, del Viajero, adentrándonos en los momentos insondables de algo que siempre nos pasa desapercibido en el comportamiento humano desde siglos, desde siempre, añado, máxime, a la hora de tratar de resolver un conflicto a través de la Mediación.
- ¡Vamos allá! ¡Regresemos a Ítaca! Cómo conseguir el acuerdo mediado, cómo navegar hacia ella contra viento y marea.
A través del sentido del gusto
- En primer lugar, nos hallamos en nuestro periplo de retorno con Themis, a la que los romanos denominarían Iustitia. Themis era quien disolvía y afirmaba las asambleas de los hombres (Canto II). Las asambleas se convocaban para resolver un conflicto entre los diversos miembros de una comunidad de la antigua Grecia, comenzaba por un banquete, acabado el cual, y una vez saciados los comensales, las partes en conflicto, comenzaban los parlamentos de una y otro de los asistentes; cualquiera las podía convocar y se realizaban a la puesta del sol. De este escenario, podemos entresacar (i) la voluntariedad en la concurrencia a la asamblea, (ii) la voluntad de alcanzar un acuerdo, revelado por la propia concurrencia a la asamblea, (iii) considerar a todos los asambleístas como iguales, saciando sus apetito, pues el hambre no ayuda nunca a relajar el ardor guerrero que hay en todo conflicto, (iv) como el abrasador sol mediterráneo, que tampoco coadyuva y por último, (v) llegaremos, incluso, al brocardo latino "in vino veritas"; todo lo cual, implica la exigencia de una relajación en ambos "bandos" litigantes.
A través del sentido del oído
- Pero, ¿dónde quedaba Themis? Themis quedaba en un lugar supra, como diosa que era, por encima de los mortales, sin más función que la dicha, la de disolver o afirmar las asambleas, esto es, la de conseguir que se produjesen los contactos verbales, los parlamentos, el entendimiento entre las partes enfrentadas, pues se trataba de responder ante el ideal de justicia. ¿Lo consiguió? Parece ser que sí, sin nada realizar activamente, más allá de su presencia, por las partes consentida y reconocida. Sin embargo, cuando los "mediadores" eran humanos, hacían éstos como Néstor narró que él y Odiseo/Ulises, tras la invasión de Troya y el maltrato padecido por los aqueos, realizaban del siguiente modo: "Por entonces, mientras el divino Odiseo y yo allá estuvimos, jamás en la asamblea o en el consejo tomamos opciones contrarias, sino que, unánimemente, con inteligencia y sensatez, aconsejamos a los aqueos para que les fuera lo mejor posible." (Canto III), esto es, adoptaron una postura proactiva, buena para la comunidad, para el conjunto de los aqueos.
A través del sentido de la vista
- Tras el asalto a Troya, surgió un conflicto fraterno entre Menelao, quien propuso regresar a su tierra zarpando con las naves, mientras que su hermano Agamenón, el obstinado, quería retener a la tropa en el campamento de la playa troyana y realizar hecatombes, sacrificios sagrados, a los dioses para conjurar la cólera de Atenea con el pueblo aqueo, provocada por la ofensa que le causó la invasión de Troya, sin saber, ninguno de los hermanos, que la cólera de ésta no la apaciguaría ningún humano, pues "no se altera en un momento el propósito de los dioses, que son para siempre. Así que ambos se pusieron de pie increpándose con duras frases. Los aqueos de hermosas grebas se levantaron con un formidable estrépito. Una decisión distinta satisfacía a uno y otro bando.". No se logró acuerdo alguno en la asamblea aquea, pues ninguno aceptaba solución que satisficiese a ambos bandos por igual, cediendo en posiciones contrarias u ofreciendo soluciones alternativas que pluguiesen a las partes en conflicto (Canto III).
A través de los sentidos del olfato y el tacto
- Otro episodio válido para la técnica de la Mediación, lo podemos encontrar -si lo buscamos- en el Canto VI, en el que Odiseo/Ulises nos narra su episodo con los cíclopes, seres "prepotentes y salvajes, los que, confiados en los dioses importales, ni plantan ni trabajan la tierra con sus manos, sino que todo les crece sin sementeras ni arados... y la lluvia de Zeus les da frutos. No tienen ellos ni asambleas ni normas legales... y cada uno impone sus leyes a sus hijos y mujeres, y no se cuidan los unos de los otros.".
- El cíclope con el que compartió parte de sus días Odiseo/Ulises, "Se sentó y se puso a ordeñar ovejas y cabras baladoras, todo en buen orden, y debajo de cada una le puso su cría. Pronto, cuajando la mitad de la blanca leche, la recogió y guardó en unos trenzados cestillos, y la otra mitad la depositó en las cántaras para poder beber a su gusto y como acompañamiento de la cena."
- ¿Qué sucedió en este episodo? Sencillamente, que el "incivilizado" cíclope sabía que si la oveja o la cabra sentían la presencia de sus respectivas crías, aquéllas, instintivamente, segregarían la blanca leche y las crías, al olerla, permanecerían a la espera de beberla, todo lo cual permitiría al cíclope, con su tacto, emular la boquita de las crías, quedándose para sí la leche.
- ¡Cuán importante es el contacto -y el olfato- entre las partes en conflicto! El contacto tierno, como el de las crías junto a sus madres, el contacto prudente, no el violento. El contacto, si es tierno, denota en el que lo recibe, un sentimiento de aproximación de su enfrentado y, por tanto, permite el acercamiento mental, a través del físico. Lo mismo sucede con el olfato; ese sentido que tenemos casi olvidado, pero que, en numerosas ocasiones, nos hace repudiar inconscientemente, a través de las invisibles feromonas, a una persona, del mismo modo que nos hace aceptarla. Veamos, incluso en los gatos, cómo, para reconocer a una persona, aproximan su hocico a la mano de ésta, contactando con ella y oliéndola.
- Es muy importante en Mediación, que las partes en conflicto, la partes mediadas, se sientan recíprocamente a través de todos los sentidos, cuantos más, mejor, como mejor medio de conseguir la aproximación física, que permitirá alcanzar la aproximación ideológica; eso sí, observados por la diosa Themis, por el ideal de justicia, por un buen Mediador o Mediadora en definitiva, que pasa por el reconocimiento de nuestros errores y de los aciertos del contrario.
me ha sorprendido y encantado el articulo, voy a volver a leer la Odisea con otros ojos, gracias Josep
ResponderEliminarJacinto Ortuno
Muchas gracias a ti, Jacinto, por tu amable comentario, máxime por tu gran conocimiento del Arte de Mediar. ¡Fuerte abrazo!
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