Páginas

sábado, 12 de septiembre de 2020

CRÓNICA DE UN AGOSTO «AD VERECUNDIAM»

MÁS SOBRE EL R.D.l. 16/2020
Cortesía de Sebastián NAVAS REDÓ

- «La gravedad existe porque lo dijo Isaac Newton». Éste es un argumento «
ad verecundiam», por vergüenza o respeto hacia la persona, por rubor, como el color de las cerezas, pues, lo haya dicho o no Newton, la gravedad existe desde antes que él expusiese su ley física.
- Hablemos de leyes jurídicas, más concretamente del R.D.l. 16/2020, promulgado durante el estado de alarma, pero cuyos efectos se han extendido más allá de su conclusión, pues, en un alarde de arrogancia legislativa, nuestro órgano legislativo se ha permitido suspender, cuando ya no hay estado de alarma y no se pueden suspender, los derechos fundamentales que, para los procesalistas, derivan de una ley orgánica, la del Poder Judicial, el derecho al descanso y todo lo que se él deriva.
- Así, se nos han concedido escasos diez días de agosto y se han declarado «hábiles y urgentes» los restantes veintiuno, en los cuales, los plazos sólo han corrido para los Graduados sociales, Procuradores y Abogados. 
- Y, digo «sólo», pues todo el funcionariado de la Administración de Justicia, se han tomado sus vacaciones reglamentarias.
- Esto ¿Qué ha producido? Que los procesalistas teníamos que cumplir con los plazos, mientras que, desde el Tribunal correspondiente, no se dictaban las resoluciones pertinentes; hasta el final de la primera semana de septiembre, no se aceptaba la presentación del escrito y, hasta ayer, no se habían dictado más que resoluciones inocuas y ninguna de fondo, nada de lo que habíamos pedido durante los días hábiles y urgentes de agosto.
- El Ministerio del ramo, se vanagloriaba hace unos días de que éste sistema había solucionado el paró generado durante el estado de alarma, dándose un aplauso a sí mismo.
- ¿Cómo hemos hecho para salvar al «soldado Ryan»? Muy sencillo, hemos descubierto algo más importante que la norma newtoniana. Nos hemos sumergido con el iPad y la tarjeta de la ACA en el Mediterráneo, donde nacimos, comprobando que bajo el agua, se coge el wifi sin clave, con el ruido ensordecedor de los motores de las lanchas, yates y tablas de surf con motor, se incrementa la potencia del wifi, pues las hélices motoras, a modo de paletas de Ping-pong, incrementan la llegada de las ondas wifianas.
- La conexión a Lexnet iba pluscuamperfecta. Todo un lujo.
- ¡Eso sí! Teníamos que pertrecharnos de una bombona de oxígeno y un traje de neopreno para estar más allá de 30 segundos que nuestra resistencia nos permite.
- El iPad lo asentábamos sobre la testa de las medusas, aprovechando que no había corriente, ni marina, por lo que no se movían las pobres, ni eléctrica, sólo las pilas del artilugio y, sólo así, podíamos ejercer nuestra función jurídica de salvamento y socorrismo del caos jurisdiccional.
- ¡Ah! Y, menos mal que ni las ballenas, ni los delfines nos molestaban, gracias al ruido de aquellas hélices que nos amplificaban la señal del wifi.
- La foto que ilustra esta entrada es fiel documento de esta ley de la habilidad y la urgencia decretada. El iPad no sale en la foto, pues ésta se tomó con aquél.
- Tomen nota, señores legisladores, para al agosto que viene, experimentar la sensación de la ley de la habilidad y la urgencia, pues las togas las tenemos ya preparadas para blandirlas debidamente, pues, ahora usamos trajes de neopreno y bombona de oxígeno, lo que decimos, «ad verecundiam».

No hay comentarios:

Publicar un comentario